En el ámago del mensaje del libro de Job, se encuentra la sabiduría que responde a la cuestión de cómo se involucra Dios en el problema del sufrimiento humano. En cada generación surgen protestos, como: “Si Dios es bueno no deberían haber el dolor, el sufrimiento y la muerte en este mundo”.
Con ese protesto contra las malas cosas que ocurren a las buenas personas, hay intentos de crear una forma para calcularse el sufrimiento, por la que se supone que el límite de la aflicción de una persona es directamente proporcional al grado de culpa que posee o a los pecados que comete.
En el libro de Job, el personaje se describe como un hombre justo; de hecho, el más justo que había por toda la tierra. Pero Satanás afirma que ese hombre es justo solo porque recibe las bendiciones de Dios. Dios lo cercó y lo bendijo por encima de todos los mortales, y como resultado Satanás acusa a Job de servir a Dios solo por causa de la generosa compensación que recibe de su Creador.
De parte del Maligno, surge el reto para que Dios remueva la protección y vea como Job empezará a maldecirlo. A medida en que la historia se desarrolla, los sufrimientos de Job aumentan rápidamente y se va de mal a peor. Sus sufrimientos se tornan tan intensos que se ve sentado sobre cenizas, maldiciendo el día de su nacimiento y gritando con intensos dolores. Su sufrimiento es tan profundo que hasta su esposa lo aconseja a maldecir a Dios para que se muera y se quede libre de su agonía. En la continuación de la historia, recibe los consejos dados por sus amigos – Elifaz, Bildad y Zofar. Sus testimonios muestran lo cuan vacío y superficial era su lealtad a Job y el cuan arrogantes eran al presumir que el indescriptible sufrimiento de Job seguramente tenía que fundamentarse en una degeneración radical de su carácter.
Eliú, por su parte, hizo discursos que traían consigo unos elementos de la sabiduría bíblica. Todavía, la sabiduría final encontrada en el libro no proviene de Job, ni Eliú, sino que proviene del propio Dios. Cuando exige Job una respuesta de Dios, le responde Dios con esta reprensión: “¿Quién es éste, que oscurece mi consejo con palabras carentes de sentido? Prepárate a hacerme frente; yo te preguntaré, y tú me responderás” (Job 38.1-2). Lo que resulta de esta reprensión es el más vigoroso cuestionamiento hecho ya por el Creador a un ser humano. A principio puede parecer que Dios lo estaba presionando puesto que le decía: “¿Dónde estabas cuando puse las bases de la tierra?" (38.4). Dios hace una pregunta tras otra y con sus respuestas reitera la inferioridad y la subordinación de Job. Dios sigue haciéndole preguntas acerca de su habilidad en hacer cosas que le eran imposibles a Job, pero que no le eran imposibles a Él. Por fin, Job confiesa que eso le era demasiado maravilloso: “De oídas había oído hablar de ti, pero ahora te veo con mis propios ojos. Por tanto, me retracto de lo que he dicho, y me arrepiento en polvo y ceniza” (42.5-6).
En este drama es digno observar que Dios no le habla directamente a Job. No le dice: “Job, la razón de por qué estas sufriendo es esta o aquella”. Todo por el contrario, en el misterio de ese profundo sufrimiento, Dios le responde a Job revelándose a sí mismo. Esta es la sabiduría que responde a la cuestión del sufrimiento – la respuesta no es por qué tengo que sufrir de este modo en particular, en esta época y circunstancias específicas – sino dónde reposa mi esperanza en medio al sufrimiento. La respuesta a esa cuestión viene claramente de la sabiduría del libro de job: el temor del Señor, el respecto y la reverencia ante Dios, es el principio de la sabiduría. Cuando estamos desnortados y confusos por cosas que no las entendemos en este mundo, no debemos buscar respuestas específicas para cuestiones específicas, sino buscar y conocer a Dios en su santidad, en su justicia y en su misericordia. Esta es la sabiduría de Dios que se encuentra en el libro de Job.
R. C. Sproul
Fuente: http://www.eleitosdedeus.org/sofrimento/por-que-o-justo-sofre-r-c-sproul.html#ixzz0uUypLn6Q
con respecto a este asunto, si uno estudia el libro de Job,su sufrimiento fue producto de su pecado......el pecado de Job fue el orgullo,de creerse mas justo y sabio que Dios mismo....pecado de muchos teologos contemporaneos ,que con su sabiduria" esconden la verdad de Dios;todo el que peca esta en las manos de Satanas si no se arrepiente.
ResponderEliminarMuy cierto mi Aun el mas sabio save el dia de su muerte poeque sus Dias nole pertenesen Sino a dios mismo
ResponderEliminarelm su frimento de Job no viene a causa de su pecado, el no era un hombre orgulloso. La biblia declara que el era un hombre justo y recto (esto fue dicho por el mismo DIOS)... sdios le permite su sufrimiento para demostrar que aun en midio de la pobreza y en medio de le dolor el segiria siendo fiel, y no renegaria de el como lo aseguraba satanas
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