viernes, 5 de febrero de 2010

El Sentido de la Teología

Una de las cuestiones que podemos levantar en cuanto a la teología es sobre su sentido. ¿Qué es lo que le da sentido a la teología? Esta es, sin duda, una cuestión que debe de ser tratada de forma permanente en el trabajo teológico y que asume una importante dimensión en días como los que vivimos cuando a muy pocas personas les interesa descubrir de dónde viene el sentido que tiene la teología para la vida humana. Eso pasa tanto a los que no les interesa la teología para nada, como a los que buscan en la teología y sus derivaciones solo una dimensión utilitaria.
La búsqueda por el sentido de la teología también nos lleva a pensar en los que creen que la teología es absoluta en sí misma. Esta perspectiva conlleva el peligro de que se la considere, aunque inconscientemente, como si fuera intocablemente divina, como si fuera la propia palabra de Dios. En oposición a estos siempre encontramos también los que le atribuyen a la teología una dimensión totalmente secularista, como si no tuviera nada que ver con la revelación que hace Dios de sí mismo a los seres humanos. Esta actitud conlleva, por su parte, el peligro de que se considere el sentido de la teología algo completamente humano.
Sin embargo, cuando intentamos definir un poco mejor lo que le da sentido a la teología pronto nos deparamos con los propios autores humanos del texto bíblico. Sus convicciones teológicas y sus consecuentes escritos surgieron de su profunda y permanente reflexión bíblica acerca de la acción redentora de Dios en el mundo al mismo tiempo en que se mantenían involucrados con la obra pastoral y misionera. Los que estudiaban la redención de Dios en las Escrituras estaban también comprometidos con la obra de Dios en el mundo y, desde ahí, hacían su labor teológica y encontraban en ello el sentido para esa labor.
Ante eso, entendemos que la teología necesita tanto de la reflexión bíblica consistente, como de un espacio donde la reflexión pueda tomar cuerpo, estructurarse y buscar las respuestas de Dios a los dilemas humanos. Así siendo, podemos decir que la “misión es la madre de la teología” (Kahler, Bosch) y le concede el sentido necesario para que cumpla con su función de presentarles Dios y su redención a los seres humanos de forma comprensible y que responda a sus dilemas y a su necesidad de perdón y acercamiento a Dios.
El sentido de la teología, por tanto, lo encontramos en dos acciones que deben estar siempre relacionadas y vinculadas entre sí: el consistente estudio del texto bíblico y el permanente comprometimiento con el ejercicio de la misión entre todos los seres humanos tal como la hemos recibido de Cristo. Así, la teología encuentra su sentido, tanto su espiritualidad como su dimensión humana, cuando se trata de una teología misionera que está dedicada a llevar los seres humanos a la sumisión completa de sus vidas a Jesucristo como su Señor y Salvador.

1 comentario:

  1. Me clareó muitisimo este artículo y ademas es sencillo y conciso. Me gutó saber que la teologia no es algo que uele a moho, sino que Jesucristo fue el ejemplo vivente del amor de Dios y su obra.
    ¡Gloria a Dios por acercarse a nosotros su Hijo!

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