sábado, 18 de diciembre de 2010
Feliz Navidad!
Para los grandes y poderosos de este mundo existen dos lugares que su valor no les ayuda mucho; en el interior de sus almas sienten un profundo temor, y se alejan de estos lugares. Estos dos lugares son, el pesebre y la cruz de Jesucristo. Ningún poderoso tiene la osadía de acercarse al pesebre, y esto incluye a Herodes. Es en ese lugar donde los tronos tiemblan, los grandes caen y los prominentes se mueren, porque Dios está con los humildes.
¿Quién celebrará correctamente la Navidad entre nosotros?
Los que, finalmente, depositan al lado del pesebre todo el poder, todo el honor, toda la reputación, toda la vanidad, toda la arrogancia y todo el individualismo; los que se mantienen humildes y permiten que solo Dios sea exaltado; los que miran al niño en el pesebre y ven la gloria de Dios precisamente en su humillación.
Dietrich Bonhoeffer
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