La teología es una tarea que está siempre al alcance de todos nosotros, puesto que se trata de un diálogo humano acerca de Dios. Sin embargo, es importante que este diálogo teológico siga determinadas pautas para que nuestro acercamiento a Dios no se base exclusivamente en nuestras propias opiniones, produciendo así a un dios que no sería más que un reflejo de nosotros mismos. Por eso, es importante definir, aún que de forma resumida, las principales pautas de la naturaleza de la teología cristiana:
a) la teología se basa en la existencia de un Dios personal: la teología cristiana tiene como uno de sus fundamentos el hecho de que Dios es una persona y como tal se relaciona con nosotros a nivel personal. En ese sentido, a Dios no se le entiende como una energía o un simple elemento cósmico. Eso le da a la naturaleza del diálogo teológico un significativo carácter relacional y personal y la seguridad necesaria para que podamos crecer en nuestra relación con Dios. Dios es un ser personal que nos busca y se relaciona con nosotros.
b) la teología también se basa en que Dios se hace conocer: en ese sentido la teología cristiana cree en un Dios que es, por si mismo, comunicativo. La acción y la iniciativa de Dios de hacerse conocido por los seres humanos es un fundamento importante para que, por intermedio del diálogo teológico, seamos incentivados a la búsqueda de Dios. En ese sentido, la teología está compuesta, en su propia naturaleza, por el deseo de conocer cada vez más lo que Dios dice y revela de su persona y su obra. Dios es un ser comunicativo que nos busca y se revela a nosotros.
c) la teología, además, se basa en que Dios se revela de forma especial: esto está muy relacionado con lo que hemos dicho anteriormente. Sin embargo, es importante darle un mayor destaque, puesto que la forma especial de la revelación de Dios es la Escritura Sagrada (la Biblia). Por medio del texto de la Biblia tenemos acceso a lo que Dios ha dado a conocer de si mismo. Aún que haya una revelación general por parte de Dios, puestos que “los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento proclama la obra de sus manos” (Sl 19.1), todo el conocimiento redentor dado por Dios está centrado únicamente en la Biblia. Así, todo el diálogo teológico debe buscar su fundamento en la Biblia. Dios es un Dios que nos habla de forma especial y redentora.
d) la teología, por tanto, conlleva en su naturaleza la búsqueda por responder a las demandas y necesidades de cada contexto humano: sin duda esta es una de las consecuencias más claras de la naturaleza del diálogo teológico, puesto que todo el conocimiento que adquirimos cuanto a lo que Dios nos da a conocer de si mismo (Biblia) y la relación personal que mantenemos con él inevitablemente nos lleva a buscar y encontrar principios que sirvan de guía para las decisiones y las acciones humanas en los distintos contextos en que vivimos.
Ante eso, podemos decir que la naturaleza de la teología y, por supuesto, de la labor teológica, está vinculada tanto a la persona y a la obra de Dios cuanto a la necesidad humana de encontrarle y relacionarse con él.
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